Sustancias peligrosas en los RAEE
Los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) contienen una variedad de sustancias peligrosas que pueden dañar la salud humana y el medio ambiente si no se manejan adecuadamente. Algunos de los ejemplos más comunes incluyen:
- Metales pesados: plomo, cadmio, mercurio, arsénico.
- Compuestos retardantes de llama bromados: estos compuestos se añaden a los plásticos para retardar el fuego, pero pueden ser tóxicos y persistentes en el medio ambiente.
- Gases que agotan la capa de ozono: clorofluorocarbonos (CFC), hidroclorofluorocarbonos (HCFC), hidrofluorocarbonos (HFC).
- Baterías: las baterías contienen una variedad de sustancias peligrosas, incluyendo plomo, ácido sulfúrico y litio.
- Aceites peligrosos: los transformadores y otros componentes eléctricos pueden contener aceites que son tóxicos y contaminantes.